La postura "KA", en la Danza Sagrada Egipcia.
En el antiguo Egipto, la danza tenía un profundo significado mágico, sirviendo a menudo como conducto hacia el reino espiritual y como herramienta para conectar con las deidades. Los movimientos de danza se utilizaban para invocar a deidades específicas, como Hathor, para ayudar en el más allá. Ciertas danzas, como la danza de los espejos, representaban el ciclo de la vida y la muerte, y los espejos simbolizaban el sol y el renacimiento. La «danza de las estrellas» reflejaba el recorrido del sol, enfatizando aún más la conexión entre los reinos terrenal y divino.
Aquí hay una visión más detallada de los significados mágicos:
Las danzas se utilizaban para representar a los seres divinos y sus poderes, con movimientos y accesorios que reflejaban la mitología local y las creencias religiosas. Por ejemplo, la "danza de las estrellas" simbolizaba el paso del sol de este a oeste, una metáfora del ciclo de la vida y la muerte.
Se creía que la danza conectaba a las personas con lo divino, fomentando un sentido de asombro y reverencia.
Las danzas se realizaban a menudo como ofrendas para apaciguar a las deidades, en particular a aquellas asociadas con la música, la danza y la fertilidad, como Hathor, según el Museo Egipcio.
Las danzas se utilizaban en rituales funerarios para transportar simbólicamente a los difuntos al inframundo. El papel de Hathor:
Se realizaban danzas para invocar a Hathor, quien podía influir en el paso de los muertos al más allá.
Se creía que danzas como la "danza del espejo" aseguraban el renacimiento, y los espejos representaban el sol y el ciclo de la vida. Los bailarines, en parejas, portaban palos de bufonada y espejos, usaban la forma del espejo para simbolizar el sol.
Las danzas se incorporaban a las ceremonias reales y divinas, lo que realzaba aún más su importancia en la sociedad.
El jeroglífico "KA" se convirtió en un símbolo que denota espíritu . La energía que habita la materia y se convierte en su fuerza vital es "KA". Con ambos brazos abiertos para abrir el pecho, la cavidad cardíaca se abre completamente a lo divino, activando el "KA". A veces, el "KA" se consideraba el doble de una persona o un dios. La energía "KA" nos conecta con nuestros ancestros y con la vida a través de nuestra naturaleza de deseos, a través de nuestras necesidades de ser alimentados, ser amados y sentirnos conectados con la Fuente e imbuidos de un propósito. Todo esto es energía "KA" . En esencia, la magia implica una reciprocidad vivificante entre los mundos humano y divino.
Es así como el movimiento "KA", dentro de la Danza cobra gran relevancia, pues energéticamente tiene una postura de gran relevancia.
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